El maestro que se adelantó a su tiempo

Homenaje al centenario del nacimiento de Carles Muñoz Espinalt, creador de la Psicoestética



    Cuando trabajo en mi salón y aplico la metodología Psicoestética,  se me vienen a la memoria las frases del profesor Carlos Muñoz Espinalt, que ayudan a interpretar la belleza de una persona. Motivaciones imprescindibles para desarrollar un estudio de imagen partiendo de la base de unos gráficos que sirven para interpretar la expresividad, el carácter, la belleza y el gusto personal.


    Toda una filosofía en esta ciencia, que me ayuda a conocer los detalles que favorecen, actualizan la imagen, y a descubrir las motivaciones que hacen trascender en la belleza y elegancia en la proyección de una persona que tiene objetivos.

En mi experiencia recuerdo uno de sus pensamientos que decía cuando me asesora en su despacho:
            "Cuando dejamos de actualizar la propia imagen empezamos a vivir como marginados".
    Hoy día, en diciembre de 2020, se hablan en las redes, de que hay tantos suicidios, (11 personas cada 24 horas) según estadísticas. Como va el espíritu? El instinto de Tanatos lo tenemos a la orden del día. ¿Qué está ocurriendo? No hay proyección de futuro, ilusión, voluntad por renovarse y de proyectarse? ¿Fallan los objetivos?

    La imagen personal hoy en día está muy  degradada en cuanto queremos que lo solucione todo la técnica y la cirugía, mientras perdemos expresividad caracterológica y estímulos personales. Ha de adquirir una nueva dimensión, conociéndose una persona  a sí misma y proyectándose en función de su inspiración. La familia, el ambiente, y el mundo que le  rodea. Partiendo de el entrenamiento un carácter en forma y la expresividad que esté en función del cambio de mentalidad, de las circunstancias y las nuevas tecnologías. 

    Hacer una buena interpretación de su imagen y el carácter que reclama el momento. Presentar una imagen, lejos de ser ficticia, que sea una fuente motivacional de objetivos personales y sociales. Que esta imagen nos de fuerza de carácter y talento. Que nos afirme y sea social, para no caer en una crisis sin salida y  que nos pueda motivar a cada persona en su aspiración de vida.

    Carlos Muñoz Espinalt psicólogo y grafólogo, me recordaba que la persona no estaba completa sin su vestido. Y esto pasaba por el maquillaje, la barba, el perfume. Vemos que ha ocurrido con las joyas a lo largo de la historia; que si ha sido utilizada para remarcar la imagen como de amuleto con el afán de protegerse, o de talismán para atraer y singularizarse. De cualquier forma, las joyas las utilizamos hoy en día para darnos fuerza al propio Yo. No podemos desestimar a buen juicio y consciencia, la intencionalidad de las joyas.

    Como le faltaba esta pieza del vestido al ser humano, al presentarse busca adornarse utilizando los artificios para crearse un vestido, el peinado, maquillaje, en definitiva una imagen para encontrase su equilibrio entre su fondo interior y la forma.  Por un lado, para compensar aspectos desagradables o negativos de su figura. Equilibrar sus temores para  enfrentarse al ambiente, sospechas o miedos, en función de sus afanes y sus ideales.
En el resultado en sus estudios se reiteraba: "Una persona lleva el destino escrito en su gesto, en su forma de andar". Porque en la proyección de su imagen demostraba si era una persona inquieta o que ha dimitido de la vida social.
También postulaba: "El cabello es la bandera de la personalidad" 
    Durante los años que aplico la Psicoestética en la peluquería, al potenciar una cara, he descubierto los detalles del peinado que hacen un rostro más expresivo. Al potencian los rasgos faciales se transforma la expresividad en toda su gesticulación que hacen de una cara alegre a una estimulada. De una deprimida a una relajada. De un rostro opaco a uno expansivo. 

    El peinado juega un papel muy importante  para modelar la cara y su expresividad.  Remarca los gestos que dan fuerza e intención a su interior y unas motivaciones a la personalidad, además de expresar más belleza y atractivo. 

    Este estudio reclama plena consciencia. Carlos Muñoz Espinalt me ​​enseñó a pensar, lo que no era muy fácil ni es habitual en esta época. Pensar reclama tiempo, paciencia y esfuerzo.
Me decía contundente: "Persistir es la mejor forma de llegar a sabio". De hecho mi profesión de peluquero con la Psicoestética ha sido un camino de evolución y conocimientos que me han llenado de satisfacción y de éxitos personales.
    Valoraba el buen sentimiento hacia las personas y el entorno, insistía en la formación de  un buen carácter. Que cada persona estuviera segura de mí misma y tuviera su independencia personal, construyéndose una imagen sugestiva que estuviera a la altura de sus aspiraciones. En mi caso como asesor de imagen.

    En la peluquería creamos el ambiente tranquilo y de bienestar, donde las personas se encuentran seguras al potenciarles en  un espacio personalizado y con sinceridad profesional, sugiriendo mejorar la imagen con argumentos psicoestéticos, y crearse una imagen coherente de acuerdo a sus objetivos. Modelando con el peinado su singularidad y un estilo con aire moderno.

    Carlos Muñoz Espinalt me ​​hablaba del propio gusto. Del gusto más primario, el obsesivo, inconsciente. Y de aquel gusto más consciente, elaborado, que va formándose una persona en el tiempo. Con el refinamiento de los detalles por el vestir, la comida, por la forma de vivir y de hacer las cosas, el gusto se vuelve más esencial y acaba siendo natural. Esto hace que las personas expresen su singularidad y carisma. El gusto con consciencia potencia el propio Yo, que lo hace más interesante. Gusto con objetivación, aquel que dará un buen prestigio, que se va actualizando en su día a día. Este gusto, que al plasmarlo también en el peinado tiene intención, favorece a la persona que se ve atractiva y transmite un sentimiento profundo en la mirada que se ve al remarcar el rostro haciéndolo más moderno, elegante y seductor.

    Cuando una persona tiene un buen gusto perfeccionado y pulido, se ve en el estilo de detalles singulares que la distinguen, con un refinamiento tan especial que le realza aún más su belleza y elegancia personal.
Aquí recordaba aquella frase de Carlos Muñoz Espinalt: "No hay una belleza exterior, sin una armonía interior".
    A través de la Psicoestética, se busca el equilibrio entre el fondo y forma, y la influencia del peinado para potenciar y armonizar la figura.

     Carlos Muñoz Espinalt me asesoraba y poniendo sus gráficos hacíamos  los análisis sobre la imagen personal e interpretar al público en Valencia. Fue un gran Maestro que sabía la importancia que tenía un cliente y nunca escatimaba de su tiempo para atenderme. Siempre estaba disponible. Me daba las motivaciones históricas y de carácter para entender las modas y las necesidades de cada momento. Sobre todo incidía en la importancia de que el peluquero estudiara para aconsejar con esta ciencia metodizada y sistematizada como asesor de imagen, saliendo de las banalidades de la moda pasajera y supiera potenciar la imagen que reclama el público en una sociedad tan degradada. 

    En una época como ésta que va cambiando todo, con estas pandemias y crisis, el ser humano necesita aún más formarse una imagen tranquila para encontrar su equilibrio. Una imagen agradable, segura y motivadora que le haga resurgir el brillo de su voz y la  luz en su mirada. Verse segura y atractiva para adaptarse a los cambios, reforzar su ánimo psíquico y tener una fuente de inspiración y motivaciones que se proyecta en su peinado.

    Carlos Muñoz Espinalt me ​​hablaba de que para hacer cosas en la vida y dibujarse un buen destino, el ser humano necesita tener una trascendencia personal, que después de encontrar su equilibrio se verá plasmada en su trascendencia social. Lo he comprobado en mi oficio al pasar de peluquero en la categoría de asesor de imagen. Al explicar la teoría de la Moda, la importancia en describir y teorizar un peinado con  las motivaciones exactas y  apropiadas para potenciar y reforzar la autoestima  en la autoimagen donde mi publico se conoce más a sí mismo sus particularidades, gracias a la Psicoestética. Esto se hace posible cuando la persona se va formando una imagen y se da objetivos, o busca aspectos y matices para incentivarlos. En cada momento de la vida, cuando parece que se va perdiendo el objetivo y el futuro, necesitamos aún más el equilibrio en el temperamento, el carácter y de la fuerza de la propia imagen.

    Carlos Muñoz Espinalt me ​​argumentaba como si la vida estuviera formada por capítulos, que a cada momento necesitamos interpretarnos de una manera diferente, porque cambia el ambiente, las personas y situaciones en la vida. Hay que tener una actualización constante, una nueva expresividad con una nueva proyección de imagen, para neutralizar los miedos, incentivando los afanes y la idealidad a través del entrenamiento del carácter y de la propia imagen. Aprendía a ver el cliente en todo el conjunto de su figura para hacerle un peinado que le diera belleza y elegancia, al potenciarle la expresividad de su rostro con el peinado y armonizando la gesticulación de las cejas. Coordinando el estilo de su movilidad del cuerpo con el gesto de las manos y el vogaire que se da. Con coherencia en el estilo, el color y la forma, que refuerza los factores intangibles de la irradiación del cabello, el tono de la voz y la fuerza de la mirada.

    En su despacho, el profesor, me ​​había enseñado a ser un analista, investigar y observar el comportamiento, los cambios sociales y la imagen. Me incentivaba llevar una libreta para apuntar ideas, unas frases y escribir artículos ante un gráfico de Psicoestética. Dar conferencias para entrenar la expresividad, el tono de la voz, la fuerza de la mirada y la perfección del vocabulario. A estudiar los detalles y los conceptos que veía en el comportamiento y describir como potenciar a un ser que se peina. 

    Era necesaria una profunda valoración Psicoestética, y me decía: Davó, si usted conoce poco a una persona, como la podrá asesorar?

    Es imprescindible potenciar los detalles de la imagen si se quiere tener un estilo seductivo, coordinando los canales de expresión con el peinado para tener un equilibrio entre el fondo interior y la forma en la imagen. 
    Este escrito es una pincelada de un camino lleno de estudio e investigación en mi trayectoria profesional y personal, con más de 2000 horas grabadas en casetes de conferencias y cursos, y 30 años de estudio. Mi más profundo agradecimiento considerablemente y de corazón, al profesor Carlos Muñoz Espinalt por sus enseñanzas, que me han ayudado a madurar el carácter profesional y personal a través de mi profesión, dando cursos, conferencias a diversos públicos, y escribiendo artículos y libros. Así le recuerdo muy amablemente con esta frase suya que dice:
"Lo que hace la vida importante son los pequeños detalles. Cada detalle parece un fastidio pero la suma, combinación o sobreestimación de estos detalles pueden hacer un genio o una persona muy desgraciada".
            Vicent Davó





Centro de estudios: Asociación de practicantes de la Psicoestética de Carles Muñoz Espinalt.
C/ Pau Claris 164, 4º, 1ª, Barcelona.
932150281

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